jueves, 22 de septiembre de 2011

LA CREACION DE ESPACIOS VIRTUALES PARA LA CONSTRUCCION DE CONOCIMIENTO EN UN ORGANISMO DE CIENCIA Y TÉCNICA.

Mansur Anahi – Sonsino Ana – Parga María Luján – Conti Georgina – Yocco Gabriela – E Mail: amansur@correo.inta.gov.ar
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria

ABSTRACT:
En este trabajo nos proponemos contar la experiencia de construcción de espacios virtuales en el marco del Programa INTA Virtual desarrollado por la Gerencia de Formación y Capacitación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
El propósito de los mismos es crear entornos de trabajo en equipo que propicien la negociación de significados y construcción de conocimiento a partir del intercambio en torno a problemáticas y tareas compartidas.
En este sentido, es nuestra intención favorecer el desarrollo de comunidades de práctica en tanto entendemos que las mismas tienen un alto valor para la producción de conocimiento y el enriquecimiento de la tarea cotidiana en el marco de un organismo de ciencia y técnica.
El INTA es un organismo de ciencia y técnica creado en 1956, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. La misión definida en su Programa Estratégico Institucional – del año 2006 -es ”realizar y promover acciones dirigidas a la innovación en el sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial para contribuir integralmente a la competitividad de las cadenas agroindustriales, de salud ambiental y sostenibilidad de los sistemas productivos, la equidad social y el desarrollo territorial, mediante la investigación, desarrollo tecnológico y extensión”.
En este marco, la Gerencia de Formación y Capacitación, se propone diseñar, ofrecer y realizar el seguimiento de acciones de formación, actualización y perfeccionamiento para todo el personal de la institución en sus distintos agrupamientos (apoyo, técnico y profesional), funciones y especialidades.
Para el logro de estos propósitos la construcción de espacios virtuales adquiere especial relevancia, complementando las acciones presenciales, al conformar una alternativa valiosa por su flexibilidad, en un contexto de cambio permanente. En este sentido, el Programa “INTA VIRTUAL. Un espacio para la Formación y la Capacitación” se propone construir un puente que socialice información, colabore en la construcción de conocimiento de manera colaborativa e incremente las posibilidades de elaborar saberes en los lugares de trabajo, entendiendo que la comprensión no es algo dado sino que se va conformando en la actividad que se lleva a cabo dentro del dominio de conocimiento. Se trata de un entorno en plataforma moodle que conforma un campus con espacios de trabajo virtuales en los cuales se instalan las distintas propuestas de intercambio y formación.
Su finalidad es ofrecer un potente entorno para la construcción de comunidades de práctica. Dichas comunidades son “…constituidas por una serie de vínculos entre personas, actividades y el mundo, a lo largo del tiempo
y en relación con otras. Una comunidad de práctica es una condición intrínseca de la existencia de conocimiento, fundamentalmente el que provee el soporte interpretativo necesario en el proceso de construir sentido acerca de su misma naturaleza y herencia cultural. Entonces, participar en las prácticas culturales en las que todo conocimiento existe, constituye un principio epistemológico del aprendizaje” (Lave y Wenger, 1991). El hecho de compartir una preocupación, un conjunto de problemas o un interés común acerca de un tema, hace a la conformación de estas comunidades que profundizan su conocimiento y pericia en un área a través de una interacción continuada. Intentamos entonces generar propuestas que ofrezcan un escenario potente para la construcción de conocimiento a un grupo de personas cuya interacción redunda en beneficio de las actividades diarias de cada uno de ellos, así como contribuye al logro de los propósitos institucionales.
La flexibilidad en el uso de estrategias, recursos, herramientas, es una característica de las buenas propuestas de uso de los espacios virtuales. En ellos es posible aprovechar todas las potencialidades que ofrecen los desarrollos tecnológicos actuales para favorecer los procesos de colaboración y comprensión, ofreciendo diversos caminos para el dialogo y la construcción del conocimiento. Brindan excelentes oportunidades para el desarrollo de proyectos conjuntos en tanto favorecen la interacción de distintos equipos, referentes y comunidades permitiendo el fortalecimiento y mejora de las prácticas, en tanto entendemos que no existe, tal como afirma McDermott, un aprendizaje sui generis sino “...sólo una cambiante participación en los ambientes culturalmente determinados de la vida diaria. O, para expresarlo de otro modo, la participación en la vida cotidiana puede ser comprendida como un proceso de cambiante comprensión en la práctica, es decir, como aprendizaje1.
Asimismo, brindan la posibilidad de superar algunas barreras generadas por la dispersión geográfica, lo cual es sumamente valioso en una institución como el INTA caracterizada por su conformación en distintas unidades distribuidas a lo largo de todo el país.
En la actualidad en el campus se están desarrollando diversos espacios construidos con dos criterios: perfil de usuario (según la tarea que desempeñan en la institución) y tema. Estos criterios de organización no son mutuamente excluyentes, razón por la cual en algunos espacios participan distintos perfiles en torno a un tema común.
En busca de la construcción de comunidades de práctica en el INTA: casos para el análisis
- Espacio destinado al personal de conducción:
Creado como espacio de apoyo a una actividad de capacitación con modalidad de seminario presencial, pensado como instancia de formación, discusión y encuentro en torno a temáticas definidas. Se contó con la participación de reconocidos expertos en los temas seleccionados – innovación, desarrollo y territorio - externos a la institución y de la institución misma El espacio virtual de trabajo resulta de gran utilidad para complementar y dar continuidad a las acciones allí iniciadas, siendo las tecnologías las que ayudan a sostener el intercambio y el trabajo más allá de la ubicación geográfica y los compromisos
1 Citado en Chaiklin, S. y Lave, J. (Comps.) (2001) Estudiar las prácticas. Perspectivas sobre actividad y contexto. Buenos Aires: Amorrortu.
laborales. Hasta el momento prevalece el uso del espacio como biblioteca, es decir, como posibilidad de acceso a los materiales de trabajo (ponencias y videos del curso, artículos, entre otros.). La intención es avanzar en la construcción de un espacio interactivo y colaborativo en donde los documentos disponibles y los debates iniciados en el encuentro presencial, continúen enriqueciéndose en el espacio virtual, logrando que la producción de conocimiento se profundice en torno a las tareas que sus integrantes desempeñan, poniendo en juego y aprovechando la heterogeneidad de formación disciplinar y experiencia en la práctica que cada uno tiene.
- Espacio destinado a la COPECAP (Comisión Permanente de Coordinación de Acciones de Capacitación):
Esta comisión funciona en forma presencial desde el año 2009 y está formada por un representante de cada una de las Direcciones Nacionales Asistentes, las Coordinaciones Nacionales y la Dirección General de Administración, son invitados los Asistentes de Recursos Humanos de los Centros Regionales y de Investigación, y un representante de cada uno de los gremios acreditados en la institución. Se piensa como un espacio colaborativo que tiene como propósito articular las propuestas y acciones de formación y capacitación que se desarrollan en los distintos ámbitos institucionales; relevar e informar las necesidades que tienen en este campo las distintas regiones y áreas institucionales, y comunicar y difundir diversas acciones existentes en materia de formación y capacitación al interior del organismo.
El espacio virtual se ofrece como un entorno de trabajo y encuentro que complementa las reuniones que se desarrollan en forma presencial y mensual. Se han puesto a disposición materiales de trabajo utilizados en esos encuentros y otros que solicitan los participantes, de acuerdo a las necesidades que demandan las tareas que desarrollan. El diálogo tiene lugar a través de dos tipos de foro: un “foro café” entendido como espacio de socialización e intercambios informales, no necesariamente vinculados a la tarea específica de esta comisión sino a otros temas de interés común en relación con las diversas tareas institucionales de los usuarios; y un foro para la construcción colectiva en torno a problemáticas y temas que surgen de los procedimientos implicados en el trabajo diario.
- Espacio de los Asistentes de Área:
Se han creado distintos entornos de trabajo virtuales para acompañar las acciones iniciadas en encuentros presenciales de actualización en competencias de gestión destinados a los asistentes regionales (profesionales que funcionan como staff de cada director de Centro Regional o de Investigación asesorando y acompañando en la gestión sobre áreas específicas: Recursos Humanos, Planificación, Vinculación Tecnológica, Relaciones Institucionales, Extensión y Referentes de Administración).
En este caso la intención es generar espacios de trabajo en torno a la tarea común que desempeñan, pudiendo proporcionarles elementos para enriquecer sus actividades cotidianas. De esta manera se han hecho disponibles materiales de trabajo utilizados en los encuentros de capacitación presenciales, así como se han abierto foros para el intercambio entre los participantes.
- Espacio de la RILSAV (Red de Laboratorios de Suelo, Agua y Material Vegetal):
El INTA posee en varias de sus unidades (Estaciones Experimentales e Institutos de Investigación) laboratorios que trabajaban abocados a diferentes
temas (alimentos, salud animal, suelos, entre otros), respondiendo a demandas propias de cada región. Este grupo de laboratorios plantea una lógica para sus prácticas profesionales caracterizada por la colaboración, el trabajo compartido, modificando una tradición institucional no habituada a conformarse en redes, a constituirse como partes de algo más amplio.
A través del Programa INTA Virtual brindamos apoyo y asesoramiento pedagógico a la RILSAV, trasladando sus debates al espacio virtual a través de las conversaciones desarrolladas en los Foros de nuestro campus. Esto ha permitido la discusión y construcción de acuerdos en torno a sus prácticas, con el fin de mejorarlas y alcanzar estándares de calidad certificados y normalizar protocolos. Las discusiones se organizan por comisiones de trabajo temáticas, siendo una de éstas el Grupo de Capacitación de la Red que sostenido en este espacio ha trabajado colaborativamente en el diseño de un “Curso de Actualización en Química para el Personal de los Laboratorios”.
De esta manera el espacio de la RILSAV está organizado hasta el momento en torno a dos ejes de trabajo: espacios de intercambio sobre problemáticas propias de la red y el desarrollo del curso antes mencionado que constituye una propuesta de formación destinada al personal de laboratorio. En su mayoría éstos tienen conocimientos adquiridos en la práctica, a partir de su trabajo cotidiano, pero no formación académica.
Vale destacar que esta propuesta se instala entonces, sobre una red existente.
Algunas reflexiones sobre el funcionamiento y constitución de las comunidades:
Los casos descriptos nos muestran el cruce entre las potencialidades de las tecnologías y los momentos en el devenir de distintos grupos, equipos o comunidades de trabajo. El camino a constituirse en comunidad de práctica no es lineal ni unívoco, está relacionado con las prácticas, las personas, el sentido político, el sentido institucional de la tarea, los contextos y coyunturas institucionales. De acuerdo a la biografía de cada grupo, algunos están más próximos e incluso tienen una historia común más cercana a la lógica de una comunidad, otros se “encuentran” y empiezan a pensar en conjunto la tarea en estos espacios. Contamos con un escenario de múltiples matices para avanzar en el análisis.
El concepto de “Comunidades de Práctica”, desde la definición y perspectiva que sobre el tema nos presenta Etienne Wenger nos permite analizar, interpretar y comprender las lógicas y dinámicas de participación e intercambio que se han generado a partir del desarrollo de INTA Virtual.
“El concepto de práctica connota hacer algo, pero no simplemente hacer algo en sí mismo y por sí mismo, es hacer algo en un contexto histórico y social que otorga una estructura y un significado a lo que hacemos. En este sentido, la práctica es siempre una práctica social.” (Wenger, 2001:71). Sin embargo, no cualquier práctica conforma una comunidad, según Wenger, hay tres condiciones que hacen de una práctica la fuente de conformación de una comunidad (Wenger, 2001:100)
- Compromiso mutuo: la afiliación a una comunidad de práctica está definida por el compromiso de sus miembros, siendo esto lo que la define.
- Empresa conjunta: la negociación de una empresa conjunta mantiene unida a una comunidad.
- Repertorio compartido: a lo largo del tiempo, la actuación conjunta dirigida a la consecución de una empresa crea una serie de recursos para negociar
significado. Así, por ejemplo, el repertorio de una comunidad incluye palabras, rutinas, instrumentos, maneras de hacer, símbolos, acciones, conceptos que la comunidad ha producido o adoptado a lo largo de su existencia y que han pasado a formar parte de su práctica.
Vale destacar los aportes que las nuevas tecnologías hacen al funcionamiento de estas comunidades que preceden al espacio, pero que en el mismo van conformándose en muchos casos como comunidades de prácticas virtuales. Por un lado, fomentan su existencia facilitando la comunicación fluida y, por otro, permiten ser más visibles para el resto de la institución, ya sea durante el momento de su existencia o posteriormente. Ofrecen un modo de mantener visibles y a disposición de todos los participantes los mensajes cruzados entre ellos, los documentos de trabajo, los acuerdos alcanzados y el intercambio de puntos de vista. Estas producciones conjuntas, resultado de la reflexión, negociación y procesos de colaboración en la resolución de problemáticas comunes, forman parte de lo que Bruner (1997) denomina proceso de externalización. Este rescata la actividad cognitiva de su estado implícito para hacerla pública, negociable y solidaria. Asimismo, las tecnologías brindan la posibilidad de superar las barreras de las estructuras formales de las organizaciones, las barreras geográficas y temporales, las dota de flexibilidad y accesibilidad, y da oportunidades a los nuevos incorporados de entender su contexto rápidamente.
Una de las principales herramientas de comunicación que se ha utilizado en los distintos espacios de trabajo dentro del campus es el foro. Este, en tanto medio de comunicación asincrónico, permite pensar las propias intervenciones antes de publicarlas, reconstruirlas, recurrir a bibliografía o materiales que posibiliten su fundamentación, así como admite trabajar sobre las intervenciones de los otros, conocer enfoques diferentes sobre una misma problemática, enriqueciendo la propia mirada a partir del intercambio con los demás. El aporte de los otros puede llevar a la necesidad de reformular una idea generando un proceso de reestructuración cognitiva ya que la interacción activa el procesamiento intelectual y la reflexión sobre la idea. El valor de la comunidad de práctica reside además en la posibilidad de trascender la actividad cognitiva individual dando lugar a la cognición distribuida2.
Resulta interesante analizar los primeros usos que se están generando a partir de esta herramienta:
El acceso y el intercambio se hacen generalmente más frecuentes y por iniciativa propia de los usuarios cuando el punto de partida es la tarea y una problemática que surge a partir de ella. El nivel de cotidianeidad y urgencia que demanda el trabajo diario es un rasgo provocador de la participación. Las intervenciones se desarrollan de forma asincrónica, realizando preguntas y dando respuestas a consultas planteadas por los pares, comparando distintas formas de resolución ante una tarea de tipo procedimental. Estas características funcionan como una marca de origen de cada propuesta. Ligar el análisis a las marcas de origen es un ejercicio necesario, ya que muchas veces son ellas las que influyen en las posibilidades y limitaciones de los proyectos. Su reconocimiento, a veces es el eje vertebrador y/o develador que
2 Salomon (1999) afirma que la cognición se distribuye entre los individuos, que el conocimiento se construye socialmente mediante los esfuerzos en colaboración para lograr unos objetivos comunes en unos entornos culturales y que la información se procesa entre los individuos y los instrumentos y artefactos proporcionados por la cultura
posibilita la superación de obstáculos y la profundización de las potencialidades.
Cuando un grupo de personas examina sus prácticas laborales, analizan lo que hacen y cómo lo hacen, convierten en explícito todo lo que saben, independientemente de donde se haya adquirido el saber. Asimismo, esta preocupación por la tarea es la que otorga sentido al uso de herramientas que invitan a la comunicación.
Aquí es donde buscamos tender un puente entre los colegas a partir de un uso genuino de los desarrollos tecnológicos, ya que estos forman parte de sus prácticas laborales. Uno de nuestros propósitos es que los espacios mediados tecnológicamente para la comunicación, se incorporen a las prácticas laborales, tal como ocurre en sus usos sociales. De modo tal que “conversar” a través de un foro, se vuelva “tan natural” como hablar por teléfono, ampliando las posibilidades a todos los miembros del grupo con quienes se comparten esas prácticas y enriqueciendo el diálogo, a partir de la incorporación de miradas alternativas, producto de las formaciones diversas de los actores y los contextos diferentes en donde desarrollan sus prácticas.
En el caso de los espacios que se caracterizan por el trabajo en torno a un tema que surge a partir de una perspectiva/preocupación teórica, los usos aparecen más asociados a la consulta de materiales y documentos, con menor exposición al diálogo en los foros. Sin embargo, este es un punto de partida valioso en tanto entendemos que esta información podrá convertirse en conocimiento a partir de la integración y uso que surja del intercambio de los usuarios, siendo a su vez esta interacción la que brindará la posibilidad de enriquecer el material académico disponible.
El hecho de existir una práctica compartida por los miembros de la comunidad resulta relevante para el proceso de aprendizaje en el grupo, ya que las personas aprenden mejor aquello que está relacionado con la práctica que los une. Las comunidades de práctica crean un nuevo espacio que amplía los ámbitos de formación tradicionales dentro de las organizaciones.
La mediación tecnológica ofrece un potente ámbito para el desarrollo de procesos de diálogo continuo entre el grupo de colegas estimulando la profesionalidad y el logro de los objetivos compartidos.
Desde la Gerencia de Formación y Capacitación entendemos la constitución de comunidades de práctica como una instancia formativa valiosa que implica una manera de pensar el aprendizaje y la producción de conocimiento que resulta de alto potencial para un organismo de ciencia y técnica como el INTA.
Bibliografía:
 Bruner, J. (1997) La educación, puerta de la cultura. Madrid. Visor.
 Chaiklin, S y Lave, J (comp.) (1996) Estudiar las prácticas. Perspectivas sobre actividad y contexto. Buenos Aires. Amorrotu Editores.
 Litwin, E. (2005) Tecnologías educativas en tiempos de Internet. Buenos Aires. Amorrortu Editores.
 Litwin, E. (Comp) (2003) La educación a distancia. Temas para el debate en una nueva agenda educativa. Buenos Aires. Amorrortu Editores.
 Salomon, G. (Comp.) (1999) Cogniciones distribuidas. Buenos Aires. Amorrotu Editores
 Wenger, Etienne (2001). Comunidades de práctica: aprendizaje, significado e identidad. España. Paidos

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